El tiempo medio varía entre 3 y 6 meses dependiendo de muchos factores. Lo más importante es la humedad (la electrostática “no aprecia” el agua), la presencia de polvo, rugosidad, carga y el tipo de superficie. ¡Hemos visto nuestro material permanecer en un muro de cemento durante 2 años! El número de reubicaciones y la nueva aplicación de la película también tienen un impacto en la duración: cuanto más “jugamos”, más débil será después de un tiempo.